30 de abril de 2009

Versos para Reyes. A mi madre, una mujer. "Amor, mujer de mi gran viaje"



Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


AMOR, MUJER DE MI GRAN VIAJE


A MI MADRE, UNA MUJER


Te amo mujer de mi gran viaje
como el mar ama al agua que lo hace existir
y le da derecho a llamarse mar
y a reflejar el cielo y la luna y las estrellas
Vicente Huidobro

Hoy quiero entregar el alma,
recorrer doscientas millas
ante tu inmutable presencia y partir
asaltando esta noche de treinta lunas.


Cuelgo del amanecer los besos,
movida locura derramándose
en las hermosas estrellas de tus ojos
y en la balada de un gran amor.


Me abrazo como canción en tu pecho,
el universo fue mío,
tenía un calor intenso

de amor, tierno y transparente.


Seda de oriente desmayándose en la orilla,
cortando la arena con la sal
de azufre y oro.

25 de abril de 2009

Volver a empezar


Paul François Quinsac, Mónica López Bordón, poesía, editorial Playa de Ákaba
Cuadro de Paul François Quinsac

Hoy no vengo a dormir en tus brazos de amaranto.
Respiro tranquila y bebo, sorbo a sorbo
la luz celeste de tu viento entregado al mar.
Exilio mi alma de la juventud silvestre
olvido mi boca en galeras encalladas a tus besos.
Hoy no quiero inventar filigranas
sólo deseo perderme en tu cuerpo
enredarme en las sílabas de tu nombre
y decirte ‘Te amo’ para nacer de nuevo
en el verbo de nenúfares blancos.


Decirte ‘Te amo’ y volver a empezar.



Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


Otros poemas:


21 de abril de 2009

Oda a la mirada

Vladimir Volegov,  Mónica López Bordón, poesía, editorial Playa de Ákaba, Vivir para contarla
Detalle de "Rapsodia en azul" de Vladimir Volegov
Nace del amor la mirada profunda,
se reconoce su caminar de pétalo abierto,
las formas que resurgen en las pupilas cristalinas
de la mujer que vive, del hombre que ama,
del mundo que gira viviendo
a su manera
en la ávida belleza de los vientos del norte.
Nace tu belleza grandiosa
en la plenitud del amanecer,
sin tiempo,
rompiendo los hechizos de tus ojos de odalisca
tendidos en la telaraña de mirada y voz,
de un paisaje imprevisto en la comisura de tu labio.

Como los otros, caminas sonámbula
en las palabras vacías de una noche de invierno
y en tus manos quedó una bandada de pájaros,
un trozo de papel,
un vuelo
y el espejo del tiempo abriendo tu boca de seda.

Descubres la desnudez del sueño,
el goce,
y todo se confunde, mirada, en el viaje,
el verdadero viaje de tres colores,
de luna blanca,
escritos sobre el cielo de París.

En tu ocaso empujamos vertiginosamente tu huella,
tu temblor cae sobre la vida,
cae tu mirada y se la lleva.
Viva. Viva y desvelada.
De todos y de nadie.



Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares



Otros poemas:



16 de abril de 2009

Entre el mar y la muerte

"Biblis" de Bougereau

“Siéntate, mar, y vamos
a contarnos la vida a la luz de la lámpara.”
Rafael Alberti

Me escondo en la muerte 
cuando me llama por mi nombre.
El mar sonríe de lejos.
La Tierra se rompe en mis pies
y resbalan las estrellas al filo de la muerte,
en la fuga interminable, sin retornos.

Voy dejando huellas de musgo en la sepultura.
Huellas desgarradas que huyen
de su propia soledad, al ritmo del mar.
Viejo mar que se extingue en el abismo,
de orilla a orilla y ve una luz,
una forma, brisa abierta, agonizante
que aúlla un consuelo inexistente aquí,
en medio del azul, sin refugio, sin nombre.

Mi corazón aguarda entre los astros y los mares.
Abre los ojos a la garganta de las olas,
toca sus huesos, abre los ojos y calla en pleamar.
Va de silencio en silencio hacia la vida.

Hoy no tengo miedo. Perdonad que lo diga.



Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares



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13 de abril de 2009

Para acostar la noche

Tamara de Lempicka,  Mónica López Bordón, poesía, editorial Playa de Ákaba, Vivir para contarla
Cuadro de Tamara de Lempicka

La fuerza de mi pasión está en la noche. Dejadme en sus distancias.
Germán Pardo García


De andar entre la noche aprendí
que la luz de poniente,
en el fondo de su forma,
llega a las entrañas.

Que lo húmedo es galerna azul de madrugada
en la ausencia de su cuerpo.

Retumba la noche.

Palmo a palmo y en su mirada fija
deslizo en carne anónima y sin herida,
una pequeña pregunta en la madrugada interrumpida.

Llego hasta el país de sus manos.

Tengo la piel despierta de su labio…

Partiendo tres noches,
dos voces
y el espacio derribado
salgo a buscarla.

Noche, noche, noche…

La presiento, la deseo,
es el esbozo de tu costado desnudo.

A veces, sólo el rostro del tiempo
enamora.




Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


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7 de abril de 2009

Esquema de un paisaje

John Leslie Breck,  Mónica López Bordón, poesía, editorial Playa de Ákaba, Vivir para contarla
 "Mujer en el jardín" de John Leslie Breck

Cruzo un desierto, sus páramos

y crepúsculos de infinitos sueños.

Miro alrededor y no tengo respuestas.

De todo lo que amo trazo un esbozo,

paraísos del alma,

estaciones sembradas de auroras y jardines.

En mi cuerpo están las huellas del alba,

su voz y una cantata sombría

por donde vaga la muerte

invitando a su fantasma.

Hoy tengo el espesor mudo del mar

y un largo llantolos ojos vacíos

un vuelo de pájaro y un largo lamento.

Escribo el dolor sin nombre.

Abandono toda promesa

y bailan sobre un hilo

los cristales de las ausencias.

Nadie lo sabe

pero en mi tristeza,

envuelta entre tus brazos,

brota una flor.




Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


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5 de abril de 2009

Corazón en suspenso

Mónica López Bordón, poesía, editorial Playa de Ákaba, Vivir para contarla, Kandisnsky
Kandinsky

Llega con una caricia latiendo en la piel de la noche.
Quiere saber si los cuerpos abrazados son palomas
o sus plumas de grandes vuelos conquistando de la tierra,
todos sus recónditos lugares.
Suspendió del cielo cada nube para caminar
sin ruido sobre el océano de las palabras vacías,
de sus manos abiertas y de sus pupilas entregadas al tiempo,
sin rubor.

Y fue un corazón extraviado, perdido, entonado
en pequeñas tristezas ya abandonadas.

Sabía que la vida era verdad en todos los instantes,
y, sabía, que los huesos de la muerte existían
dibujados en blanco y vestidos en lo negro.
Un punto y una coma susurrados
por la luz desprendida de la boca entreabierta.

Porque todo pasa
y heredamos de la sangre el nombre neutro,
pronunciado todavía
en la inmensidad de todo lo que tiene que nacer.




Mónica López Bordón, Vivir para contarla, poesía en Alcalá de Henares


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